Síndrome postvacacional, mi perro esta triste
No sólo nosotros sufrimos el síndrome postvacacional al retomar las actividades laborales y entrar en la rutina diaria. Nuestros perros también acusan este cambio de ritmo inesperado en sus hábitos. Esta reacción puede pasar desapercibida para muchos propietarios de mascotas. Su intensidad dependerá de muchos factores que son remediables con un poco de concienciación por nuestra parte.
Factores que contribuyen a que nuestro perro sufra un síndrome postvacacional:
No todos los perros acusan el retorno a su vida diaria de la misma manera. Incluso es muy probable que algunos no muestren ningún cambio de comportamiento. Que sea más a menos intenso dependerá de cómo han sido sus vacaciones.
- Si ha tenido descontrol de horarios en sus comidas, paseos y tiempo de sueño.
- Hemos tenido más tiempo libre y, por tanto, ha tenido más atención y tiempo de juegos.
- Sus vacaciones han sido más despreocupadas, con más sensación de libertad y poco control por nuestra parte.
- Se ha acostumbrado a ejercicio continuado con largos paseos.
- Y el peor de todos: nuestro perro no ha podido venir con nosotros de vacaciones y ha estado en una residencia canina o en casa de algún familiar o amigo.
- Por último recordar que todo ello dependerá mucho del carácter y la personalidad de nuestro perro. Los menos dependientes superarán todos estos inconvenientes con mucha más facilidad que los que son menos autónomos.
Síntomas que puedo observar en mi perro:
- Llama tu atención todo el tiempo y no se despega de tu lado.
- Esta triste y apático.
- No quiere quedarse solo en casa.
- Esta nervioso, asustadizo y excitado.
Consejos para superar el síndrome y volver a la normalidad:
La mejor manera para afrontar esta nueva situación es tener mucha paciencia. Conseguir que el perro vuelva a sus costumbres anteriores de forma progresiva y que, poco a poco, se vaya adaptando a tus horarios, a estar solo en el hogar y a las horas de paseo.
Proporciónale algún juguete nuevo para que se entretenga, de esta forma no destrozará muebles ni arañará puertas. Debes reducir de forma paulatina el tiempo de juegos, de paseos y la intensidad del ejercicio. Siempre puede consultar con tu veterinario que te aconsejará la mejor estrategia para superar su ansiedad.
Piensa que, con mucha probabilidad, tu también estás sufriendo tu propio síndrome postvacacional, así que te será fácil comprender a tu pobre mascota. Y qué mejor manera que compartirlo con tu compañero de juegos. El puede ayudarte tanto como tú a él.