El comportamiento emocional del perro.
Los perros son animales gregarios que se integran en nuestro grupo familiar, sienten emociones como la alegría o la tristeza pero, ¿podemos hablar de perros enamorados? En muchos casos su apego y compenetración puede llegar a estados sentimentales que se acercan al enamoramiento.
El comportamiento emocional del perro.
Son mascotas fieles que se caracterizan especialmente por su nobleza. Nos lo demuestran en cada instante de su vida. Nos defienden, se preocupan por nosotros cuando estamos tristes o enfermos. Somos sus compañeros de juegos y nos demuestran esa alegría contagiosa con cada detalle que tenemos con ellos. Nos agradecen la comida que les ponemos y cada vez que salimos a darles un paseo. Todos conocemos su implicación pero, puede este comportamiento identificarse como «amor». En algunos caso parece que llegan a sentirse enamorados de sus amos. El rasgo más notable de esta capacidad de enamoramiento es que el perro puede sentirse según la visión humana «celoso». En efecto, de sobra son conocidos los casos de perros por la llegada de otra mascota o, incluso, del nacimiento de un bebé están más estresados y pueden sentirse más desplazados. Ocurre igual que en los humanos, cuando sentimos peligrar la exclusividad de la persona amada aparecen los celos que no son más que ansiedad por separación y estrés en caso que nuestra mascota haya desarrollado una patología comportamental.
Síntomas del enamoramiento del perro hacia su amo.
En conclusión no podemos decir que el sentimiento amoroso sea exactamente igual que el nuestro. Sin embargo sí que podemos detectar algunas pautas que nos hacen pensar que sus emociones van más allá de la fidelidad habitual. Es cuando notamos que sus muestras de cariño son más intensas y prolongadas. Por ejemplo cuando viene a recibirnos moviendo la cola y saltando al entrar en casa. Una vez dentro de casa y cuando ya llevamos un rato con él nos persigue por todas partes. Incluso nos espera a la puerta del baño. Sus muestras de afecto las acompaña de lametazos en las manos. Si estamos ocupados con alguna actividad como, por ejemplo, hablando por teléfono o viendo la televisión, busca nuestras caricias y se hace notar.
Cómo funciona el enamoramiento entre perros y dueños.
Parece que este enamoramiento se corresponde y funciona igual que el que se produce entre dueño y perro. No debemos olvidar la actitud de muchos amos frente a su perro. Este amor se resume en la muy conocida frase de: «cuanto más conozco a los humanos más quiero a mi perro». Con nuestras mascotas mantenemos un vínculo recíproco que se alimenta con caricias, palabras y miradas de afecto. En estos casos en el cerebro de los perros enamorados y también en el nuestro se segrega oxitocina, la hormona del amor. Este cambio en la bioquímica cerebral es especialmente relevante ya que se están tratando patologías como el estrés postraumático. Estos pacientes mejoran notablemente con su relación afectiva con perros sin la necesidad de tomar tantos fármacos.
Así pues, no dudéis en celebrar el día de San Valentín con vuestra amorosa mascota con la seguridad de que también vosotros os sentiréis reconfortados y beneficiados.