Mi gato es agresivo ¿qué puedo hacer?

21.11.2017

Los gatos son animales fascinantes pero si mi gato es agresivo tenemos un problema de convivencia en nuestro hogar. Suelen ser mascotas afables y tranquilas que buscan nuestro afecto y nuestros mimos. No obstante algunos presentan desde la infancia un carácter huraño y otros reaccionan con genio frente a determinados estímulos sobretodo los gatos de la calle que sus le han enseñado el instinto de protección aunque cada día son más sociables gracias a las colonias controladas. Tanto en un caso como en otro las experiencias y situaciones por las que pasa el gato irán definiendo su carácter y comportamiento. Como resultado de esta «formación» el gato será más sociable o más arisco ya sea por miedo o agresividad.

Interpretar el lenguaje corporal del gato.

Muchas veces los propietarios no conocen las expresiones y posiciones que adopta el gato para expresar su estado de ánimo. Esto puede ser un problema al no detectar el momento en el que debemos apartarnos o dejar al gato tranquilo. En lo referente a la agresividad el gato muestra dos tipos claros de actitud:

  • Actitud de ataque: El gato intenta parecer de mayor tamaño para mostrar un aspecto más amenazante. Para ello erizará el pelo del cuerpo y de la cola que, en consecuencia, la pondrá tiesa y erguida. La mirada se mantiene de frente, con los ojos fijos en su objetivo y las pupilas dilatadas. Las orejas se muestran puntiagudas y, finalmente, la espalda se curva y las patas se estiran. Puede emitir gruñidos y aullidos.
  • Posición de defensa: En este caso el gato intenta parecer más pequeño, se aplana y recoge la cola alrededor del cuerpo. Las pupilas se dilatan y las orejas se pegan a la cabeza. La mirada la dirige lateralmente y, probablemente, lanzará repetidos bufidos con la boca abierta.

Los diferentes tipos de agresividad y los estímulos que los originan.

Es difícil evaluar los motivos de la agresividad, ya sea de origen instintivo o por condicionamiento ambiental. Por ello te aconsejamos que consultes con un veterinario etólogo para proponer posibles pautas y encauzar la conducta del gato. Los motivos más habituales que desencadenan la conducta agresiva son:

  • Agresividad como respuesta al miedo: Cuando tienen mucho miedo la única forma de defensa es un ataque. Se debe intentar averiguar el motivo que lo asusta y evitar que se sienta acorralado.
  • Pos sensación fuerte de dolor o enfermedad: Si no se asocia con ninguna causa puede ser que el motivo de su agresividad sea un dolor intenso. Las causas pueden ser desde dolor de muelas, de los oídos, artritis, contusiones o enfermedades internas. En este caso la solución pasa por una visita al veterinario que te diagnosticará la enfermedad y su tratamiento y curación.
  • Conducta depredadora: El instinto cazador del gato lo impulsa a abalanzarse sobre sobre pequeñas presas en movimiento. Es la típica actitud de los gatos que se lanzan a las piernas y pies de toda persona que pasa cerca que muchas veces lo hacen los gatitos jóvenes como juego.

¿Cómo actuar si mi gato es agresivo?

Debemos motivar y educar correctamente a nuestro gato puesto que de ello depende su sociabilidad futura. Parece que inducir al gato a juegos agresivos fomenta su irritabilidad. En consecuencia el castigo físico tampoco es la mejor manera de educar al animal, todo lo contrario, estimula la reafirmación de las conductas agresivas y defensivas.

Otro error común entre los propietarios es acariciar al gato para tranquilizarlo después de un ataque a una visita o familiar. Por lo tanto tampoco lo es ofrecerle comida o alguna golosina pensando que se calmará de esta forma.

Esperamos que con esto la paz y la tranquilidad vuelvan al comportamiento de vuestro amigo felino.