Dermatitis alérgica por picadura de parásitos
La Dermatitis alérgica por picadura de pulgas (DAPP) es una reacción del sistema inmune a las proteínas que están presentes en la saliva de las pulgas. Produce irritación cutánea que empeora con los constantes rascados de nuestra mascota para aliviar la picazón. Suele ser estacional y se manifiesta con más intensidad en los meses calurosos de primavera y verano. Si nuestra mascota es propensa a una DAPP debemos consultar con nuestro veterinario para preparar una correcta prevención. No tratar la alergia puede provocar que el animal sea cada vez más sensible frente al alérgeno de la saliva.
Aclarar conceptos.
Estar infestado de pulgas no significa que nuestro perro o gato vaya a ser propenso a padecer una DAPP. Son, por lo tanto, dos problemas distintos y que deben tratarse, también, de diferente manera. Que nuestra mascota tenga pulgas es un problema grave que debemos solucionar cuanto antes. No es agradable tener un perro en casa con pulgas o garrapatas. Su proliferación excesiva puede debilitar al animal ya que son parásitos chupadores de sangre. Se debe recurrir al uso de comprimidos, pipetas y collares antiparasitarios. Sin embargo sólo algunos serán sensibles a la dermatitis alérgica. Con sólo alguna picadura esporádica de una pulga nuestra mascota desencadenará una reacción alérgica que puede durar semanas. Así pues, lo que debemos tratar en esta caso es la alergia en sí misma.
Síntomas.
Es necesario recordar que los síntomas de la alergia a las picaduras si no es tratada aumentan con la edad. En los primeros años las molestias son suaves. Pero el sistema inmune reacciona cada vez con más intensidad al repetirse el contacto con el alérgeno. Las lesiones enrojecidas aparecen en las zonas más sensibles de la piel como en la cara, las orejas y el abdomen. Podemos sospechar la presencia de una DAPP si nuestra mascota tiene estos síntomas:
- Se rasca y se lame constantemente, hasta ocasionarse heridas en la piel.
- Se frota el cuerpo contra las paredes y llega a morderse las zonas irritadas.
- Pérdida de pelo.
- Orejas irritadas y ojos llorosos.
Tratamiento.
Por desgracia la dermatitis alérgica no tiene cura. Nuestra mascota seguirá padeciendo la reacción alérgica toda su vida. Pero, afortunadamente, existen tratamientos que le evitarán los molestos picores y podrá disfrutar de una buena calidad de vida. No olvidemos que se trata de una alergia y, por la tanto, es muy parecida a las que padecemos los humanos. Una vez detectado el antígeno podemos evitarlo y tomar una sencilla medicación.
Para encontrar un tratamiento eficaz es necesaria una estrecha colaboración entre veterinario y propietario. La finalidad del tratamiento es aliviar la sensación de prurito y picazón. Por suerte se puede mejorar el cuadro clínico en diferentes campos de acción.
- De forma tópica. Con el uso de un champú adecuado que hidrata la piel, reduce el escozor y cura las heridas.
- Administración de vacunas que inoculan pequeñas cantidades de antígeno para conseguir una mayor tolerancia a la respuesta inmunológica.
- En los casos mas agudos se puede recurrir al uso de medicamentos antipruriginosos.
Todos estos tratamiento deben administrarse bajo la atenta mirada de un veterinario.